Más de la mitad de los ciudadanos de nuestro país no apoya a la democracia y una apabullante mayoría no está satisfecho con este sistema político, situación que se ha agravado en los últimos años, según muestra la reciente encuesta de representación nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

La encuesta consultó a la población del lunes 1 al viernes 5 de julio últimos y tiene márgenes de error de 2,8 puntos encima y debajo de cada resultado al representar la realidad nacional.

Aproximadamente, 53% de los peruanos no apoya la democracia. Es decir, más de la mitad del país tiene posición contraria a este sistema, en que el pueblo debe ejercer la soberanía directamente o por representantes, como en el Perú.

En la otra orilla, un 47% sí apoya a la democracia.

Aunque ambos grupos están cerca de ser la mitad de la población, quienes no se pliegan a favor del sistema democrático llegan a ser más y, por tanto, son mayoría.

En mayo del 2022, la situación era exactamente al revés, con la ligera ventaja democrática: un 53% apoyaba este sistema político y un 47% no lo hacía. Eran tiempos difíciles, con varios cuestionamientos al gobierno de entonces, de Pedro Castillo, pero todavía no se había caído tanto en este aspecto.

Mucho peor resulta la evaluación sobre si este sistema cumple con las expectativas de los connacionales. Un gran 87% diría que está insatisfecho o muy insatisfecho con la forma en que la democracia funciona en el Perú. Es decir, nueve que cada 10 ciudadanos, grosso modo, coincide en no sentir satisfacción con cómo este sistema se está aplicando en el país.

Apenas un 13% de nuestra ciudadanía considera estar satisfecho y muy satisfecho con la forma en que está marchando la democracia, según el estudio.

En esto también hemos empeorado, aunque ya estábamos mal. En mayo del 2022, un 87% estaba insatisfecho y muy insatisfecho con la democracia, y un 19%, al contrario, sentía satisfacción sobre cómo funcionaba.

Un mayoritario 57% del país justificaría un golpe de Estado por los militares frente a mucha corrupción, en que tomen el poder sin respetar la Constitución.

En cambio, un minoritario 43% no considera justificable esa actuación violenta que interrumpe el Estado de derecho.

Hace poco más de dos años, la situación era de revés: 57% no justificaba un golpe militar y un 43% sí lo hacía. Es decir, también se agravó esta situación.

La opción de que se cierre el Congreso divide casi equitativamente a la población: entre los encuestados, un 50% justificaría que el presidente tome esta medida cuando el país enfrenta momentos muy difíciles, y otro 50% no lo considera justificable.

Hace casi dos años, en mayo del 2022, era diferente: dos tercios del país, 66% de encuestados, no justificaban un cierre del Parlamento, y un tercio, 34%, sí consideraba que se podía aceptar esta disolución.