Frente a la pretensión del Congreso de sacarlos de la vida política, las organizaciones regionales han empezado a enviar cartas a los congresistas para exhortarlos a que cambien de parecer. A eso se suma la marcha programada para el 27 y 28 de julio. El 19 de julio respaldarán el paro nacional convocado por la CGTP.

En mayo el Congreso decidió, en una primera votación, eliminar a los movimientos regionales. Esto fue incluido como parte de un paquete de reformas constitucionales que restituyó la reelección de gobernadores y alcaldes. Ha quedado pendiente la segunda votación que se realizará en la siguiente legislatura a inaugurarse en un mes.

Frente a la posibilidad de quedar fuera del mapa político, los movimientos regionales han emprendido una campaña que consta de tres ejes, la cual pretende que el Legislativo retroceda en sus pretensiones.

En primer lugar, se están mandado cartas a todos los congresistas. En ellas se les “exhorta” a reconsiderar la decisión y “a ponerse del lado de la ciudadanía que le confió su representación”. Así lo explicó el presidente de la Asociación de Movimientos Regionales del Perú (AMRP), Freddy Vracko.

En las comunicaciones dirigidas a todos los parlamentarios que votaron a favor de la reforma, también se menciona que el cargo de representación “es para defender los derechos de la ciudadanía regional, permanentemente relegada por efecto del sistema centralista”.

Debe recordarse que el dictamen fue aprobado con 92 votos a favor, 25 en contra y tres abstenciones. De acuerdo con Vracko, hay legisladores que habrían apoyado la reforma constitucional pensando que solamente se refería a la reelección de autoridades. De ahí que dijo esperar que varios reevalúen sus posiciones iniciales. Adelantó que Wilson Quispe Mamani (no agrupado) ya pidió que retiren su voto. Este diario quiso conversar con el congresista Quispe al respecto, pero no respondió llamadas.

Al mismo tiempo que las cartas, los representantes de los movimientos regionales están procurando conversar cara a cara con los parlamentarios que los quieran recibir para hacerles llegar su posición.