Colombia se enfrenta a un desafío creciente en sus principales ciudades, donde el tráfico se ha convertido en un problema crítico. Bogotá, Medellín y Cali figuran entre las 50 urbes con mayor congestión vehicular a nivel mundial.
Colombia se ha destacado en el escenario mundial por diversas razones, pero recientemente ha ganado una distinción menos deseable. Tres de sus ciudades se encuentran entre las 50 urbes con el peor tráfico a nivel global, según estudios recientes. Los habitantes de estas metrópolis pierden más de 117 horas al año en embotellamientos, un problema que afecta la calidad de vida y la economía del país.
Distintas organizaciones utilizan una variedad de métodos, como el análisis de datos de tráfico en tiempo real, encuestas a ciudadanos, uso de sistemas de navegación GPS y otras fuentes de información para calcular el nivel de congestión y elaborar los rankings de las ciudades con mayor tráfico.
Bogotá, la capital colombiana, encabeza la lista de las ciudades con peor tráfico en el país. Con una población de más de ocho millones de habitantes y un sistema de transporte público que lucha por mantenerse al día con la demanda, los embotellamientos son una realidad cotidiana. Los bogotanos pierden un promedio de 191 horas al año en el tráfico, lo que coloca a Bogotá en los primeros lugares a nivel mundial en términos de congestión vehicular.
Medellín, conocida por su innovación y desarrollo urbano, no escapa a los problemas de tráfico. A pesar de contar con un sistema de transporte masivo reconocido internacionalmente, los habitantes de Medellín pasan alrededor de 145 horas al año en embotellamientos. La topografía del Valle de Aburrá y el aumento constante del parque automotor contribuyen a esta problemática.
Cali, la tercera ciudad más grande de Colombia, también enfrenta serios desafíos en cuanto a la movilidad. Los caleños pierden un promedio de 117 horas al año en el tráfico. La falta de infraestructura vial adecuada y el crecimiento acelerado de la ciudad son factores que agravan esta situación, impactando negativamente la vida diaria de sus residentes.