El Tribunal Constitucional (TC) dispuso que su nuevo magistrado, Pedro Hernández, elegido por el Congreso el mes pasado, vote la demanda competencial de la suspendida fiscal Patricia Benavides contra la Junta Nacional de Justicia (JNJ), con que intenta blindarse, pese a que el flamante integrante de este fuero no participó de la audiencia del caso, que se realizó a inicios de noviembre.

El pleno del TC aprobó el 21 de diciembre último, una semana después de que el Parlamento eligiera a Hernández, que este se aboque a casos que habían tenido audiencia púbica. Inmediatamente, el presidente del Tribunal, Francisco Morales Saravia, precisó que se dedique a la demanda competencial que planteó Patricia Benavides contra la JNJ.

Con este recurso, la entonces fiscal de la Nación buscaba que el TC anule procesos que la Junta le había iniciado por desmantelar el equipo del caso Cuellos Blancos y destituir a la fiscal que investigaba a su hermana, entre otros cuestionables actos. Benavides alega que la JNJ procedía “partiendo de incorrectos criterios interpretativos, que menoscaban las competencias” de la Fiscalía.

Se necesitan cinco votos a favor para que el TC pueda declarar fundada una demanda competencial. Es decir, en este caso, para que gane Benavides.

Hasta diciembre último, el TC tenía solo seis magistrados y faltaba uno. Con la llegada de Hernández, ya está completo.

Sin embargo, las alertas saltan al considerar que estas disposiciones se alinean a favor de Benavides. Los grupos políticos afines a la suspendida fiscal son lo que han puesto en el TC a los magistrados que hacen un bloque hacia la derecha, donde destacan Morales Saravia, Luz Pacheco, Gustavo Gutiérrez Ticse. Ahora se suma Hernández.