El empresario Samir Abudayeh Giha es uno de los primeros trabajadores en llegar a las instalaciones de la refinería de su empresa Heaven Petroleum Operators (HPO), en el kilómetro 33.5 de la Panamericana Sur, frente al mar de Lurín. En el mismo lugar también funciona el primer grifo de la cadena Herco, una compañía que constituyó con su padre, Adib Abudayeh Sansur, y su hermano, Nader Abudayeh Giha, el 16 de junio de 1997, con un capital de 10 mil dólares. La familia de origen palestino se inició en la industria textil en el Perú, pero luego derivó en el negocio del expendio de combustibles y en la producción de biodiésel B100. Según Petroperú, entre 2018 y 2021, HPO de Samir Abudayeh facturó 50.4 millones de dólares por este producto, lo que lo convierte en el principal proveedor nacional.

“¿Por qué tendría que haber recurrido a intermediarios o al presidente Pedro Castillo para ganar un contrato, si HPO es la empresa peruana que más le ha vendido biodiésel B100 a Petroperú?”, ha dicho Samuel Abudayeh a miembros de su entorno.

Las cifras lo confirman

De acuerdo con datos de Petroperú, después de HPO, la segunda proveedora de biodiésel B100 es la firma La Fabril, con 14.6 millones de dólares. Muy lejos de lo facturado por HPO. Sigue luego Nordtraube Perú, con 14.2 millones, y después Industrias del Espino, con 2.7 millones de dólares. Claramente HPO se convirtió en el principal contratista de Petroperú, antes del gobierno de Castillo.

“No le pedí al presidente ganar el contrato con Petroperú”, le ha dicho Abudayeh a sus allegados, según fuentes con conocimiento de los hechos, en relación a la adjudicación por 74 millones que le dio Petroperú el 9 de noviembre. La operación fue anulada el 23 de diciembre, luego de que el programa dominical Panorama informó sobre las visitas de Abudayeh a Castillo.

Línea de flotación

La hipótesis de la fiscal Norah Córdova consiste en atribuir una presunta concertación entre el mandatario Pedro Castillo, el gerente general de Petroperú, Hugo Chávez Arévalo, y la empresaria Karelim López Arredondo, para digitar la compra de 280 mil barriles de biodiésel B100 a favor de HPO, la compañía de Samir Abudayeh.

Hugo Chávez y Karelim López han declarado públicamente que no conocen en persona a Samir Abudayeh. Cuando la fiscal interrogue al empresario, su respuesta será la misma: nunca ha tenido contacto con Chávez ni López. Que haya habido coincidencia en el ingreso a Palacio de Gobierno de Chávez, López y Abudayeh, no será suficiente para demostrar la presunta coordinación.

Fuentes relacionadas con Abudayeh explicaron a La República que el empresario relatará que en las entrevistas que sostuvo con Pedro Castillo el 15 y el 18 de octubre de 2021 no tuvieron una mayor duración de tres minutos cada una, y que en cada caso el tema que se abordó fue la producción de la palma aceitera. Por esta razón, estuvo en compañía con un experto en el tema, Gregorio Sáenz Moya.

Abudayeh no declarará a la prensa hasta que sea citado por el despacho de la fiscal Norah Córdova, que investiga el caso.

Samir Abudayeh ha dicho a fuentes cercanas de este diario que asistió a Palacio de Gobierno a pedido de un funcionario cuya identidad entregará a la fiscal Córdova, y que las reuniones no fueron una iniciativa suya.

La fecha clave es el 18 de octubre de 2021. Ese día los personajes involucrados registraron su ingreso a Palacio de Gobierno para entrevistarse con el presidente Castillo, en el siguiente orden:

-De 9.21 a 10.54 de la mañana, Karelim López Arredondo.

-De 9.25 a 10.53 de la mañana, Samir Abudayeh Giha.

-De 9.27 a 11.10 de la mañana, Hugo Chávez Arévalo.

No hay otra fecha en la que coincidieron los tres.

Ese 18 de octubre, para Samir Abudayeh fue la segunda vez que hablaba con Pedro Castillo. Había estado el 15 de octubre de 2021, de 9.25 a 10.53 de la mañana.

En las dos ocasiones el asunto abordado fue el mismo.

“La primera vez le hizo una breve exposición al presidente Castillo sobre la industria de la palma aceitera y su relación con la producción de biodiésel B100. No parecía conocer mucho del tema, por eso dijo que lo llamaría nuevamente”, explicaron las fuentes.

Y así fue. La segunda oportunidad fue tan breve como la primera. Pedro Castillo estaba apremiado por otras reuniones. No podía concentrarse en lo que se le estaba diciendo. Solo dijo que estaba interesado en la producción de la palma aceitera como una fuente de bienestar para miles de agricultores y para promover la sustitución de los cultivos de hoja de coca que se destinan al narcotráfico.